Aquí continuamos con una tradición que se inició en 2006, cerrando el año con un repaso a los lanzamientos musicales más notables de la gestión.
En este caso nos enfocamos en nuestros discos internacionales favoritos de 2020. En unos días publicaremos otra lista con los lanzamientos iberoamericanos y/o en castellano, así como una playlists con nuestras canciones favoritas del año. Ahora les dejamos con la retrospectiva. ¡Qué la disfruten!
25. Lianne La Havas - Lianne La Havas
24. Metal Preyers - Metal Preyers
23. Kate NV - Room for the Moon
22. Jessy Lanza - All the time
21. Cindy Lee - What's tonight to eternity
20. Il Quadro di Troisi - Il quadro di troisi
19. Rina Sawayama - SAWAYAMA
18. Elysia Crampton - ORCORARA 2010
17. Katlyn Aurelia Smith - The Mosaic of Transformation
16. White Boy Scream - BAKUNAWA
15. SAULT - Untitled (Black is)
14. Eartheater - Phoenix: Flames are dew upon my skin
13. Carl Stone - Stolen Car
12. Amaarae - THE ANGEL YOU DON'T KNOW
11. Negro Leo - Dessejo de lacrar
10. Jennifer Walshe - A late anthology of early music, Vol. 1: Ancient to Renaissance
9. Quelle Cris & Chris Keys - Innocent Country 2
8. Horse Lords - The common task
7. Tara Clerkin Trio - Tara Clerkin Trio
6. Angel Bat Dawid/Tha Brothahood - LIVE
5. Zeroh - BLQLYTE
4. Silvia Tarozzi - Mi specchio e rifletto
3. Yves Tumour - Heaven to a tortured mind
2. BACKxWASH - God has nothing to do with this leave him out of it
1. Girls Rituals - Crap Shit
1. Black Dresses - Peaceful as Hell
¿Tal vez este mundo es el infierno de otro planeta? Es lo que Ada Rook y Devi McCallion, dúo tras el nombre Black Dresses (y Girls Ritual en el caso de la segunda), se preguntan en el título de una de las canciones de Peaceful as Hell. El ejercicio retórico invita a decir que el 2020 nos ha dado evidencia amplia para soportar esta hipótesis, tanto a nivel individual como civilizatorio. O, acaso, nos emplaza a mencionar que tal pregunta es la reacción adecuada ante todo lo que les sucedió a las canadienses en los últimos meses. No hace falta ir tan lejos. Para Baudelaire una obra notable debía evocar de forma subliminal a sus precedentes, de modo que pudiera situarse en una tradición antes de transformar, traducir o transferir esas referencias. El hyperpop, con acentos de mall punk y pop 2000s, de este par de discos no solo extiende las mutaciones de este estilo, sino que halla su materia en las complejidades emocionales, deseo y confusión que experimentan como jóvenes adultas Rook y McCallion. Lo que se escucha es una música paradójica en su confesionalismo y bravuconería, reivindicativa y solidaria al tiempo que extremadamente online, efímera y particular. Una música queer en forma y contenido, que no podía sino ser pulverizada por el discurso de consignas simplificadoras que parece signar las interacciones en estos tiempos de pantallas, distanciamiento e incertidumbres. El final abrupto de Black Dresses reitera las muchas formas en que ese ambiente resulta antitético a lo que querríamos imaginar en el horizonte. Sin embargo, en un año tan inamistoso con la especie y lo que pensábamos nos constituía, pero también de reconfiguraciones y subsistencia a veces extravagante, es posible que en Peaceful as Hell y Crap Shit encontremos enorme comunalidad. O, cuando menos, los artefactos de la tensión que Baudelaire detectaba entre la idealización de Ingres y la vorágine de su tiempo; ese cataclismo que por entonces él denoto modernidad y hoy ya ni conseguimos nombrar.